¡Hola! Soy Rubén, un entusiasta de la historia peruana y quiero invitarte a sumergirte en la fascinante iconografía de la cultura Lambayeque. Imagina una divinidad con una mirada que trasciende el tiempo, los ojos alados de Naylamp. Estos ojos, terminados en una fina punta que parece alcanzar el cielo, no son solo una característica recurrente en la artesanía de la región; son el corazón de su legado visual.
Visualicemos a esta entidad: con una nariz marcada y orejas puntiagudas adornadas con voluminosos pendientes. La boca, usualmente delineada de forma lineal, es coronada ocasionalmente por un tocado semicircular, que le otorga un aire majestuoso.
La leyenda de Naylamp es tan poderosa que se dice que, al final de sus días, desarrolló alas y ascendió en un vuelo mítico. Esta narrativa se ve reflejada en el famoso tumi de Illimo, una pieza maestra que, a pesar de su lamentable destrucción, sigue viva en la memoria colectiva. Federico Kauffmann Doig, un erudito del tema, destaca cómo el tocado lunar y las alas simbólicas de la figura en el tumi, nos hablan directamente de la identidad de Naylamp, fusionando lo humano y lo divino.
Las élites de Lambayeque, posiblemente sacerdotes gobernantes, eran sepultados con máscaras de metal que reproducían con honor el rostro de esta divinidad, probablemente como un gesto de unión con el dios que representaban en la tierra.
El tumi, esa herramienta que evoca la forma de la luna, y cuyo nombre quechua nos remite a la idea de un cuchillo, tiene un trasfondo que va más allá de lo utilitario. Como nos relata A. de Calancha, su significado se entrelaza con lo mágico-religioso, siendo un emblema de seres de otro mundo y sus mensajeros.
Elemento | Descripción | Significado |
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Ojos Alados | Extremo en punta que se eleva | Representación divina |
Nariz y Orejas | Prominente con grandes aretes | Autoridad y estatus |
Tumi | Hoja de media luna | Símbolo lunar y religioso |