¡Hola! Soy Rubén, un ferviente estudioso de la rica historia de nuestro Perú. Hoy quiero llevarlos en un viaje al corazón de la selva, donde yace un tesoro oculto por la naturaleza: El Gran Pajatén. Este lugar mágico, también conocido como las Ruinas del Abiseo, descansa sobre una meseta angosta que dibuja una «L» invertida, abrazada por una vegetación exuberante y custodiada por la impresionante unión de dos ríos afluentes del majestuoso río Abiseo.
El ingenio de nuestros ancestros se muestra en la forma en que dominaron la topografía del lugar. Construyeron muros de contención, creando terrazas artificiales que sirvieron de cimientos para sus edificaciones de formas circulares y cuadrangulares, diseminadas entre lo que fueron espacios abiertos, posiblemente plazas comunales.
Arquitectura Circular en el Gran Pajatén
Lo que más resalta en este sitio son las estructuras circulares erigidas sobre terraplenes, formando bases que parecen elevarse desde la tierra. Las entradas, ubicadas generalmente al oeste, invitan a descubrir el interior de estas construcciones hechas con piedra pizarrosa, hábilmente cortada y unida con mortero de arcilla, curvando sus muros en una danza arquitectónica sin igual.
Con el paso del tiempo, la selva fue vistiendo estas piedras con su verde manto, ocultándolas a los ojos del mundo hasta que, poco a poco, se han ido redescubriendo. Algunos edificios circulares aún conservan frisos de piedra que adornan sus exteriores, y hacia el sur, se alzan majestuosos sobre amplias terrazas. De ellos, tres se imponen con diámetros que llegan a los 14.80 metros, y uno en especial, se distingue por albergar decoraciones internas.
El Edificio Principal
El Edificio N° 1 es una maravilla en sí mismo, decorado con frisos que capturan la mirada. En su acceso, se encuentran representaciones de personajes antropomorfos, con rostros de cabezas clavas incrustadas en la pared, en poses de apertura y adornados con tocados de plumas, alternando direcciones, un mosaico cultural imperecedero.
El Santuario de los Cóndores
El siguiente es el Edificio N° 2, apodado de los Cóndores, gracias a los frisos que evocan a esta ave sagrada. Dentro de esta reliquia se halló un cuchillo de cobre y un piso de baldosas custodiado por una piedra enigmática en su centro, conocida como huancas. Se especula que su posición era estratégica para recibir la luz solar, vinculada quizás a rituales agrícolas de nuestros antepasados incas.
Los frisos aquí embellecen solo la pared, mostrando un desfile de figuras: aves desplegando sus alas, personajes que parecen hermanos de los del primer edificio, y una variedad de formas geométricas que atrapan la curiosidad.
Característica | Descripción |
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Ubicación | Confluencia de dos ríos tributarios del río Abiseo |
Estructuras | Edificios circulares y cuadrangulares sobre terrazas artificiales |
Decoración | Frisos con representaciones antropomorfas y de la fauna local |
Edificio Principal | Adornado con frisos, presenta figuras antropomorfas con tocados de plumas |
El Santuario de los Cóndores | Contiene frisos con figuras de cóndores y una piedra central para rituales solares |