Queridos amigos, mi nombre es Rubén, y como ferviente estudioso de nuestra rica historia peruana, quiero llevarlos a través de una época significativa que marcó el siglo XX: El Oncenio de Leguía. Este periodo se caracterizó por una profunda influencia del capital extranjero, prácticas corruptas desmedidas, vulneración de las estructuras estatales y un régimen autoritario.
En aquel entonces, Perú se transformó en un aliado estratégico del capital estadounidense, especialmente tras la disminución del poderío económico británico después de la Gran Guerra. Este lazo de subordinación con Estados Unidos perdura incluso en nuestros días.
Augusto B. Leguía se convirtió en un modelo para futuros líderes, encarnando el autoritarismo y la obsesión por mantenerse en el poder. Su legado fue la construcción de proyectos a cualquier precio, buscando siempre la aprobación popular. No obstante, su caída fue precipitada por una política económica errática, excesivamente dependiente de préstamos leoninos de bancos estadounidenses, dejando a nuestro país vulnerable a los vaivenes del mercado mundial.
Concepto y Economía del Oncenio
El Oncenio fue una era de dictadura civil liderada por Leguía, que favoreció la penetración de capitales norteamericanos en nuestra economía, haciendo que Perú se volviera dependiente de la financiación estadounidense, desplazando a los civilistas del espectro político.
Aspectos económicos cruciales de esta era incluyen:
- El reemplazo gradual del capital británico por el norteamericano.
- La entrega de enclaves y concesiones a compañías foráneas para la explotación de nuestros recursos naturales.
- El traspaso perpetuo de los ferrocarriles a la Peruvian Corporation según la ley 6281 de 1924.
- La promoción desmedida del endeudamiento externo por parte de EE.UU.
- La influencia creciente de Estados Unidos en nuestra soberanía y economía.
Política en el Oncenio de Leguía
Recordemos que Leguía, antes de su presidencia en el Oncenio, tuvo un papel preponderante durante la República Aristocrática con el apoyo de José Pardo. Pero en 1919, dio un vuelco a la historia, interrumpiendo este periodo aristocrático y abriendo paso a una nueva constitución en 1920, para legitimar su mandato, que más tarde sería conocido como la “Patria Nueva”.
Leguía manipuló la constitución para asegurar su permanencia en el poder, llegando a reelegirse hasta tres veces. Sin embargo, su tercer mandato fue abruptamente interrumpido por el golpe de estado de Luis M. Sánchez Cerro en 1930.
El declive del Oncenio
La caída del Oncenio fue tan repentina como su ascenso, desencadenada por la crisis mundial del capitalismo. La debacle de la bolsa de valores de Nueva York en 1929 tuvo un efecto dominó que afectó severamente a nuestra economía. Esto generó una parálisis en las obras públicas y un desempleo masivo, lo que finalmente llevó a la caída de Leguía y de dictaduras similares en toda Latinoamérica.
El 22 de agosto de 1930, se desató la rebelión liderada por Luis Miguel Sánchez Cerro. Leguía fue capturado y falleció en 1932 tras escribir sus memorias. De sus 69 años de vida, 15 fueron en la presidencia, dejando una huella imborrable en la historia del Perú.
Aspecto | Descripción |
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Periodo | 1919 – 1930 |
Política Económica | Dependencia del capital y banca de EE.UU. |
Gobierno | Autoritarismo y reelecciones sucesivas |
Impacto Global | Vulnerable a la crisis del capitalismo mundial |
Legado | Modelo de poder y autoridad en la historia peruana |