¡Hola, amigos! Soy Rubén, un entusiasta historiador con una gran pasión por la rica historia del Perú. Hoy quiero contarles sobre un personaje cuyo legado es tan vasto como nuestras montañas: Santiago Antúnez de Mayolo, un ilustre ingeniero y erudito de la naturaleza.
Este insigne hijo de Ángel Custodio Antúnez y María Bárbara Gomero Quijano, vio la primera luz en Aija, Ancash, un 10 de enero de 1887, y cerró sus ojos en Miraflores, Lima, el 20 de abril de 1967. Desde sus primeros años en Aija y luego en Huaraz, hasta su época de formación en el emblemático colegio nacional Nuestra Señora de Guadalupe, se destacó por su fervor hacia los motores y las indagaciones electrónicas.
En la Universidad Nacional Mayor de San Marcos dejó su marca, recibiendo el título de bachiller en Ciencias en 1906. Su brillante mente lo llevó a profundizar en Ingeniería Civil y Electroquímica en la Universidad de Grenoble, Francia, con estancias formativas en Edimburgo y Nueva York. Al regresar a nuestro suelo, en 1923, se consagró como doctor con una tesis que redefinió conceptos astronómicos.
Su aporte fue crucial para la infraestructura energética del país, como los estudios para la central hidroeléctrica del cañón del Pato y la carretera Pátivilca-Huaraz. No menos importante fue el diseño de la central generadora de Machu Picchu, que alimentó de energía a la fábrica de fertilizantes de Cachimayo, junto al monumental complejo hidroeléctrico en el valle del Mantaro, que lleva su nombre.
Santiago no solo se dedicó a la generación de energía, sino también a la gestión del agua, mejorando la navegabilidad del río Marañón y diseñando sistemas de irrigación para las áridas tierras de la costa peruana.
En el ámbito académico, nuestro personaje compartió su saber en la Escuela Nacional de Artes y Oficios y en la Escuela Nacional de Ingenieros. Como decano de la facultad de Química de San Marcos, logró una significativa donación de equipos de análisis de Estados Unidos, poniendo a nuestro país en la vanguardia científica.
Su vida también estuvo marcada por el amor y la adversidad. Casado con la erudita noruega Lucie Kyn Rynning, enfrentó persecuciones políticas y vendió sus herencias para financiar sus investigaciones. Pero su legado perdura, con obras notables y un hijo, Santiago Erik Antúnez de Mayolo, que siguió sus pasos.
Nacimiento | Formación | Contribuciones | Docencia | Reconocimientos |
---|---|---|---|---|
Aija, 10 de enero de 1887 | San Marcos, Grenoble, Edimburgo, Nueva York | Central del Cañón del Pato, Carretera Pátivilca-Huaraz | Artes y Oficios, Nacional de Ingenieros, San Marcos | Medalla del Congreso, condecoraciones de Francia e Italia |