¡Hola, amigos de la historia! Me llamo Rubén, un apasionado de la historia peruana, y hoy quiero contarles sobre un personaje que marcó la época virreinal del Perú. José Antonio de Mendoza Caamaño, conocido como el tercer marqués de Villagarcía y el vigésimo noveno virrey de este rico territorio, fue una figura esencial en la historia de nuestro país.
Nacido en la majestuosa Villagarcía de Arosa en 1675, José Antonio fue el primogénito de la familia Mendoza Caamaño, una estirpe de nobleza y tradición. Desde joven, demostró su valía al convertirse en caballero de la orden de Santiago y servir como gentilhombre de cámara de Felipe V. Además, representó a la monarquía española como embajador en la distinguida república de Venecia.
En 1735, se le confirió el honor de gobernar el Virreinato del Perú y presidir la audiencia de Lima, roles que asumió con gran diligencia y probidad. Su viaje hacia el nuevo mundo lo realizó a bordo de «El Conquistador», un imponente navío de guerra, llegando a Lima el 4 de enero de 1736. Su administración se destacó por su integridad y orden, con el apoyo del consejero limeño Pedro José Bravo de Lagunas.
Durante su mandato, apoyó fervientemente a la expedición científica de Carlos María de la Condamine, y atestiguó eventos de gran relevancia como el lamentable auto de fe de María Ana de Castro. Actuó con determinación frente a desafíos como la reconquista de Portobelo y el enfrentamiento con el pirata George Anson. Se encargó también de fomentar el desarrollo eclesiástico y cultural, con la elevación de la iglesia de San Lázaro y la promoción de la obra del cosmógrafo Cosme Bueno.
Quizás uno de los episodios más críticos de su gobierno fue la rebelión de Juan Santos Atahualpa, quien desafiando el orden colonial, se levantó en las regiones de Chanchamayo y Sacramento, agitando la bandera de los antiguos incas y desatando un movimiento de resistencia que perduraría en el tiempo.
Finalmente, tras una década de servicio, el virrey Mendoza cedió el bastón de mando al conde de Superunda en 1745, intentando retornar a su patria por la ruta del cabo de Hornos. Desafortunadamente, encontró su fin en las aguas frente a la laguna de Mangueira. Esta noble figura se despidió del mundo a los 79 años, dejando tras de sí un legado de liderazgo y compromiso con el Perú virreinal.
Nombre | Cargo | Acciones destacadas | Fecha de fallecimiento |
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José Antonio de Mendoza Caamaño | XXIX Virrey del Perú | Apoyo a la expedición de La Condamine, reconquista de Portobelo, enfrentamiento con George Anson, promoción cultural y eclesiástica, gestión de la rebelión de Juan Santos Atahualpa. | 14 de diciembre de 1745 |