Hola, soy Rubén, un devoto estudiante de la historia peruana. Hoy quiero compartirles la vida de una figura muy especial: Sarita Colonia. Esta admirable mujer vio su primer amanecer el 1 de marzo de 1914 en la pintoresca ciudad de Huaraz, ubicada en Ancash. Hija de Amadeo Colonia Flores y Rosalía Zambrano, Sarita creció en un hogar donde, a pesar de las dificultades económicas y los desafíos de salud de su madre, la fe y la espiritualidad eran el pan de cada día.
La adversidad obligó a la familia a trasladarse a Lima, donde Sarita y su hermana Esther se educaron en el colegio Santa Teresa, cuidado por las monjas de Santa Luisa de Marillac. Lamentablemente, el agravamiento de la salud de su madre las llevó de vuelta a Huaraz, y tras el fallecimiento de doña Rosalía, retornaron a Lima. Allí, en barrios como Barrios Altos y la avenida Argentina del Callao, Sarita se convirtió en el soporte de su familia, asumiendo las responsabilidades domésticas y abandonando su sueño de convertirse en monja. Con una vida laboral diversa, desde vender pescado hasta trabajar de lavandera, Sarita nunca dejó de difundir el amor y la gratitud hacia Dios.
El 20 de diciembre de 1940, a la corta edad de 26 años, Sarita Colonia dejó este mundo. Su partida, acontecida en el hospital de Bellavista y atribuida a una severa forma de paludismo según registros oficiales, fue un duro golpe para su familia y conocidos. Su descanso final fue en la fosa común del cementerio Baquíjano del Callao.
El Legado de Fe de Sarita Colonia
La dura realidad que enfrentó Sarita Colonia en su vida y su incansable bondad forjaron un legado de veneración que floreció inmediatamente después de su muerte. Lo que empezó como un tributo íntimo de familia y amigos se expandió hacia los sectores más desfavorecidos de la sociedad peruana, convirtiéndose en una devoción masiva en la década de 1970. Esta expansión fue tal que los fieles lograron prevenir el desalojo de la fosa común por las autoridades y erigieron una capilla en su honor, donde se congregan multitudes cada 1 de marzo y 20 de diciembre, para conmemorar su nacimiento y muerte, respectivamente.
La capilla de Sarita Colonia, adornada con placas de agradecimiento por milagros atribuidos, se ha convertido en un santuario que atrae a devotos de todas partes. A pesar de la falta de reconocimiento oficial por parte de la Iglesia católica, la fe en Sarita Colonia sigue viva, reflejando la emergencia de un Perú popular y diverso, lejos de las antiguas nociones elitistas.
El Impacto Cultural de Sarita Colonia
Aunque la Iglesia en Perú promueve otras causas de beatificación, la historia de Sarita Colonia sigue siendo una fuente de inspiración para muchos. Su imagen adorna desde los vehículos de transporte hasta los puestos callejeros y más allá, demostrando el profundo arraigo de su figura en el corazón del pueblo peruano.
Fecha | Evento |
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1 de marzo de 1914 | Nacimiento de Sarita Colonia en Huaraz, Ancash. |
20 de diciembre de 1940 | Fallecimiento de Sarita Colonia en el hospital de Bellavista. |
1 de marzo y 20 de diciembre | Fechas de conmemoración y culto popular en su capilla. |