¡Hola! Soy Rubén, un entusiasta de la historia peruana. Quiero compartir con ustedes una fascinante crónica de un personaje notable: Diego López de Zúñiga y Velasco, conocido como el IV conde de Nieva y distinguido por ser el IV virrey del Perú. Nacido en la emblemática ciudad de Burgos hacia el año 1500, emergió de la distinguida unión de don Antonio de Velasco y Enríquez de Lacarra con doña Francisca López de Zúñiga. En 1522, unió su destino a doña María Enríquez de Almansa, entrelazando así su vida con la nobleza de los marqueses de Alcañices.
Este ilustre personaje jugó un papel crucial en la historia, al luchar al lado de Carlos V en la batalla por Túnez en 1535 y en los conflictos armados en Italia. Su trayectoria lo llevó a acompañar a Felipe II, entonces príncipe heredero, en su peregrinaje por Flandes y Alemania entre 1548 y 1550. Su liderazgo y destreza lo catapultaron a roles de gran responsabilidad, como la gobernación y capitanía general de Galicia. Fue en medio de estas tareas cuando se le otorgó la alta distinción de virrey del Perú y presidente de la audiencia de Lima, un 15 de diciembre de 1558.
Con un séquito de oficiales y leales, emprendió la ardua travesía atlántica desde Cádiz. A pesar de los retos que impusieron las enfermedades y las inclemencias del clima, arribó triunfante a la ciudad de los Reyes el 17 de abril de 1561, estableciéndose en el palacio virreinal con la misión de examinar el tema de la perpetuidad de las encomiendas junto a sus comisarios.
El Esplendor del Virreinato en Lima
Bajo su mandato, Lima se vistió de gala, transformándose en un epicentro de vida cortesana y esplendor. No obstante, su gestión no solo se caracterizó por el lujo, sino también por su visión urbanística, que se reflejó en la mejora del sistema de alcantarillado y en la distribución de agua potable, así como en la introducción de los olivos en la región. Además, se preocupó por la salud pública fundando el hospital de San Lázaro para atender a quienes sufrían de lepra.
El virrey también fue un pionero en la fundación de nuevas ciudades como Santa Cruz de la Sierra y Santiago del Estero, que marcaron el avance territorial del virreinato. No pasó por alto la riqueza minera, estableciendo ordenanzas para la extracción de plata y descubriendo vetas de azogue, esenciales para el desarrollo económico de la región.
Los años 60 del siglo XVI fueron tiempos de turbulencia y debate, en los cuales Nieva tuvo que navegar entre la incertidumbre social y política, buscando un equilibrio y una mejor convivencia entre las comunidades española e indígena. Fue una era que fomentó la reflexión y el análisis, dando lugar a textos de gran valor historiográfico por parte de clérigos y letrados.
Legado y Controversia
En medio de la controversia sobre las encomiendas, Nieva propuso una solución equitativa, intentando balancear las necesidades de la corona con las de los encomenderos y curacas. Sin embargo, su gestión estuvo marcada por acusaciones de corrupción y favoritismos, cuestionando su integridad y compromiso con los valores éticos.
La muerte de don Diego, rodeada de misterio, se produjo bajo circunstancias insólitas en la madrugada del 19 de febrero de 1564. Su legado permanece entre las páginas de la historia peruana, con una vida que refleja tanto el esplendor como las sombras de una época llena de contrastes.
Acontecimiento | Fecha | Descripción |
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Nacimiento | Circa 1500 | Nace en Burgos, hijo de nobles. |
Matrimonio | 1522 | Se une a doña María Enríquez de Almansa. |
Virrey del Perú | 17 de abril de 1561 | Arriba a Lima y asume como virrey. |
Fundación de Ciudades | 1561-1563 | Funda ciudades y mejora la infraestructura urbana. |
Muerte | 19 de febrero de 1564 | Fallece en circunstancias misteriosas. |