¡Hola a todos! Soy Rubén, un entusiasta de la rica y vibrante historia peruana. Quiero llevarlos en un viaje a través del tiempo para descubrir a un distinguido personaje de nuestra historia: Andrés Avelino Aramburú Sarrio, cuyo legado como periodista y político sigue resonando en nuestros días.
Nacido en el corazón de Lima un 10 de noviembre de 1845, Aramburú fue el orgullo de José Félix Aramburú y Vega Bazán, distinguido oficial mayor de Hacienda de Trujillo, y de Petronila Sarrio y Pozo, de raíces limeñas. Desde sus primeros años, mostró una sed de conocimiento, cursando sus estudios iniciales bajo la tutela de Antonio Godoy y Marcos Riglos y Benavente. Siguió su camino educativo en el Convictorio de San Carlos y coronó su formación académica con un doctorado en Jurisprudencia por la Universidad de San Marcos en 1868, defendiendo una tesis sobre la pena de muerte.
Contrario a los deseos maternos, Andrés Avelino se adentró en el mundo del periodismo, iniciando con colaboraciones para ‘El Comercio’ en 1863 y posteriormente fundando ‘La Voz del Patriotismo’ en 1865, inspirado por el contexto del ataque de la Escuadra Española. Más adelante, se convirtió en redactor de ‘El Nacional’, y desde 1873, asumió la dirección de ‘La Opinión Nacional’, un periódico de su propia creación que mantuvo con pasión por más de cuarenta años.
En tiempos de adversidad, específicamente durante la invasión chilena, Aramburú se sumó como reservista del ejército a la batalla de Miraflores el 15 de enero de 1881. Sirvió como secretario del presidente Francisco García Calderón en el llamado gobierno de la Magdalena, en los tiempos difíciles de la ocupación chilena. Tras ser desterrado a Chile en octubre de 1882, a su retorno apoyó el pronunciamiento del general Miguel Iglesias en 1883. Como representante de Chancay en la Asamblea Constituyente de 1884-1885, tuvo un papel decisivo en la aprobación del tratado de Ancón. No obstante, su periódico más tarde respaldó la causa del general Andrés A. Cáceres, rival de Iglesias.
La carrera política de Aramburú culminó como diputado por Lima en 1894, enfrentándose a Piérola, para luego dedicarse de lleno al periodismo, destacando por sus editoriales elocuentes y su columna ‘Mentiras y candideces’. Entre sus publicaciones, destacan ‘Una palabra al Congreso’ (1872), ‘La candidatura Pardo’ (1872), y ‘Lo que se ve y lo que no se ve: Ojeada sobre los principales actos económicos del gobierno civil’ (1874). Además, nos dejó un tesoro personal: el ‘Diario del destierro’, un manuscrito íntimo y familiar, escrito durante su exilio en Chile.
Recordado por su elegancia tanto en el vestir como en la pluma, su cortesía y benevolencia, Aramburú fue un ferviente patriota y un político de convicciones. Su periódico reflejó una clara orientación hacia las prácticas estadounidenses, consolidándolo como una prominente figura del periodismo sudamericano. Su vida personal también fue plena, uniendo su destino en matrimonio con Agripina Salinas y Cossío en Lima.
Nombre | Nacimiento | Fallecimiento | Contribuciones |
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Andrés Avelino Aramburú Sarrio | 10 de noviembre de 1845, Lima | 22 de mayo de 1916, Lima | Periodismo, Política, Batalla de Miraflores, Asamblea Constituyente |