Queridos amigos y amantes de la historia, permítanme llevarlos en un viaje al pasado para revivir las aventuras de un ilustre peruano, Jorge Chávez Dartnell, nacido bajo el cobijo de Manuel Chávez Moreyra y María Rosa Dartnell y Guise un 13 de enero de 1887. Su linaje estaba marcado por héroes como su bisabuelo, el almirante Jorge Martín Guise, un baluarte de nuestra emancipación y fundador de nuestra marina de guerra, quien ofrendó su vida en la contienda de Malpelo.
En su flor de la juventud, Jorge tuvo un idilio con el dinamismo y la adrenalina, sumergiéndose en competencias automovilísticas y destacando en disciplinas como el fútbol y el atletismo, donde se consagró campeón en los 400 metros lisos y en la exigente carrera de fondo de 1,200 metros. No obstante, fue el firmamento lo que capturó su pasión ardiente: la aviación.
Tras graduarse en 1910 de la Escuela Violet como ingeniero, se zambulló de lleno en la aeronáutica en la academia de los hermanos Farman, pioneros en construir aves de metal. Jorge se alzó con el brevete N° 32, y en Reims, Francia, surcó los cielos durante 1 hora y 42 minutos en su bautizo aéreo.
Su andar por los cielos lo llevó a múltiples desafíos en Biarritz, Niza, Tours —donde alcanzó una distancia de 147 km—, Lyon, Verona, Budapest, Rouen y Champagne. En julio de 1910, eligió el monoplano Bleriot y en Bournemouth y Blackpool, Inglaterra, se alzó con un récord de altura de 1,755 metros. En Issy-Les-Moulineaux, Francia, superó su marca, ascendiendo hasta los 2,652 metros, ensayando para su sueño alpino.
Con meticulosidad y el respaldo de expertos, y dadas sus condiciones físicas ideales, Jorge abordaba cada problema aeronáutico con audacia y perspicacia, proponiendo mejoras en su aeronave.
Vuelos sobre los Alpes: Una Odisea en los Aires
El desafío alpino de noviembre de 1910 lo vio como el único competidor tras la retirada de sus rivales. Desde Briga, Suiza, cruzó los Alpes por Simplón y descendió en Domodossola, Italia, conquistando lo inconcebible. Pero la victoria se tiñó de tragedia cuando su Bleriot se precipitó por una falla técnica a escasos metros del suelo.
El valeroso Chávez sufrió graves lesiones no por error humano ni fallo mecánico, sino por una falla estructural en su nave. A pesar de las heridas, no perdió la lucidez y resistió con valentía, siendo alabado por reyes y presidentes.
Jorge Chávez, en su lecho de dolor, no dejó de soñar con los cielos, su voz resonando en frases como «¡Arriba… más arriba todavía!», antes de su partida el 27 de setiembre de 1910. Su legado, eterno como su vuelo, fue honrado con una elegía del poeta Giovanni Pascoli, y sus restos descansan en Las Palmas, Lima, desde 1957.
No confundamos a este titán de la aviación con la figura del billete de 10 soles, que rinde homenaje a otro héroe, José Abelardo Quiñones.
Nombre | Fecha de nacimiento | Logros destacados | Fecha de fallecimiento |
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Jorge Chávez Dartnell | 13 de enero de 1887 | Campeón en atletismo, pionero de la aviación, récords de altura, primer vuelo sobre los Alpes | 27 de septiembre de 1910 |