¡Hola! Soy Rubén, un apasionado estudiante de historia con un particular interés en la rica y vibrante historia de Perú. Hoy, me gustaría compartir la inspiradora historia de un héroe nacional, cuyo valor sigue resonando en el corazón de cada peruano: José Abelardo Quiñones Gonzales.
Nuestro héroe nació en el sereno puerto de Pimentel, el 22 de abril de 1914, fruto del amor entre José María Quiñones Arizola y María Juana Rosa Gonzales Orrego. Desde su niñez en Chiclayo, demostró ser un estudiante aplicado, iniciando su educación en el colegio nacional San José, para luego continuar en los prestigiosos colegios de los Sagrados Corazones Recoleta y Nuestra Señora de Guadalupe en Lima.
Con una firme convicción y superando la resistencia familiar, José Abelardo se sumergió en el mundo de la aviación en 1935, matriculándose en la Escuela Central de Aviación Jorge Chávez. Su destreza y habilidad lo llevaron a graduarse con honores, obteniendo el «Ala de Oro» y el título del mejor piloto de caza de su promoción, la cual orgullosamente llevaba el nombre de “Comandante José Raguz”.
Quiñones fue pionero en realizar arriesgadas maniobras aéreas, como el «looping invertido» y los «tanneaux verticales». Además, destacó en el deporte, liderando con entusiasmo el equipo de basketball de su escuela. Durante estos años, la aviación civil en Perú empezaba a florecer, y con ella, una nueva era de conciencia aeronáutica nacional.
Tras su graduación, fue asignado al Escuadrón de Aviación N° 4 y poco después, a la Escuela Central de Aviación en Las Palmas. Su competencia le permitió formar parte de la primera escuadrilla de alta acrobacia en Chiclayo, donde su talento se exhibió en diversas presentaciones aéreas a lo largo del país.
El 28 de enero de 1941, fue promovido a teniente de aeronáutica, y ese mismo año, el destino le tendría preparada la prueba más dura. Durante el conflicto con Ecuador, Quiñones llevó a cabo importantes misiones de reconocimiento y fotografía aérea. El 23 de julio, en una misión crítica para recuperar la frontera, su avión fue alcanzado por fuego enemigo. En un acto de supremo sacrificio, Quiñones no abandonó su avión, sino que lo dirigió contra el puesto enemigo, sellando su destino y convirtiéndose en un mártir de la patria.
Por su valentía, fue ascendido postumamente a capitán y en 1966, por la ley 16126, fue proclamado héroe nacional. El 23 de julio, día de su inmortal sacrificio, fue designado como el Día de la Aviación Militar del Perú. Su legado perdura, con su nombre honrando tanto a la promoción 42 de la Fuerza Aérea Peruana como al aeropuerto de Chiclayo.
Fecha | Evento |
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22 de abril de 1914 | Nacimiento en Pimentel |
1935 | Ingreso a la Escuela Central de Aviación |
21 de enero de 1939 | Graduación con el grado de alférez de aeronáutica |
28 de enero de 1941 | Ascenso a teniente de aeronáutica |
23 de julio de 1941 | Muerte heroica y ascenso postumo a capitán |
10 de mayo de 1966 | Declaración como héroe nacional |