¡Hola a todos! Me llamo Rubén, y soy un entusiasta del estudio de nuestra rica historia peruana. Hoy, quiero invitarlos a conocer a una figura ejemplar: Juana Alarco de Dammert, una mujer que con su gran corazón y acciones filantrópicas, dejó una huella imborrable en el Perú.
Juana proviene de una destacada familia limeña, nacida un 27 de mayo de 1842. Sus padres, Julián Alarco y Mercedes Espinoza, la inscribieron en una prestigiosa escuela dirigida por Cruz Andrade de Noel, donde no solo se educó en las letras, sino que también se adentró en el francés y la música, dos de sus grandes pasiones.
El amor la llevó a unirse en matrimonio con el empresario Juan Luis Dammert, de raíces alemanas, el último día de 1861. Juntos, partieron hacia Francia, donde Juana se sumergió en la cultura parisina, alimentando su espíritu con lecturas y desarrollando un profundo interés en el bienestar social, especialmente de madres y niños en necesidad.
Al volver al Perú en 1886, Juana se encontró con la dura tarea de reconstruir su herencia, dañada por la ocupación chilena. Ese año también marcó su vida con la dolorosa pérdida de su primogénito. Sin embargo, transformó su duelo en esperanza para otros, creando en 1894 la Sociedad Auxiliadora de la Infancia.
Su compromiso social creció aún más durante las agitadas luchas entre caceristas y pierolistas, cuando colaboró con otras damas para establecer un hospital que brindaba no solo curación, sino también consuelo y cariño a los heridos. Post-conflicto, enfrentó el abandono de innumerables niños huérfanos, impulsando la creación de la Escuela Maternal en 1896, un refugio donde muchos pequeños encontraron cuidado y educación.
Juana, conocida cariñosamente como la madre de los niños desfavorecidos, no se detuvo allí. Extendió su amparo a numerosos hogares en crisis y, en 1900, organizó una kermesse para financiar sus proyectos sociales. Su legado incluye también la cuna maternal de 1902, un lugar de amor y cuidado para los hijos de madres trabajadoras.
Su incansable dedicación fue celebrada en 1919, durante el aniversario de la Sociedad Auxiliadora de la Infancia, y en 1922 la ciudad de Lima le rindió homenaje con una estatua. Pero su obra cumbre fue, sin duda, el Hospital del Niño, fundado en 1927, reflejo de su eterno compromiso con la infancia.
Juana, nuestra querida ‘abuelita de los niños’, nos dejó físicamente el 2 de agosto de 1932, pero su legado vive en cada rincón donde un niño encuentra amparo. Su vida es un ejemplo a seguir, una inspiración para continuar su obra de amor y solidaridad.
Nombre | Fecha de Nacimiento | Contribuciones Principales | Legado |
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Juana Alarco de Dammert | 27 de mayo de 1842 | Sociedad Auxiliadora de la Infancia, Escuela Maternal, Hospital del Niño | Defensa y cuidado de la infancia peruana, reconocida como ‘la abuelita de los niños’ |