¡Hola! Soy Rubén, un entusiasta estudiante de historia con un fervor especial por los relatos de mi tierra, el Perú. Quiero contarte sobre un personaje que marcó nuestra historia: José de la Torre Ugarte. Nacido en la soleada Ica un 19 de marzo de 1786, este ilustre peruano es hijo de José Estanislao de la Torre Ugarte, un español que arribó a estas tierras y se estableció en Ica, encontrando amor en Mercedes Alarcón, la madre de nuestro protagonista.
José comenzó sus estudios en la prestigiosa Universidad de San Marcos como alumno interno. Entre 1809 y 1812, fue responsable de impartir la cátedra de Artes. Aunque estaba listo para realizar sus prácticas en derecho y obtener su título de abogado, el destino le presentó obstáculos que impidieron su avance profesional. Sin embargo, su compromiso con la justicia no vaciló, y ejerció como juez en Chancay, sumándose a la causa libertadora cuando la oportunidad llamó a su puerta.
Su alma de poeta, encendida por un ardiente patriotismo, lo inspiró a escribir los versos de nuestro himno nacional tras la firma del acta de Huaura. Más adelante, durante el efímero protectorado de San Martín, José desempeñó roles clave como oficial mayor del ministerio de Guerra y secretario adjunto del libertador.
Contribuciones durante la República
Con el ascenso de Riva Agüero al poder en 1823, Torre Ugarte, ya en la ciudad de Trujillo, ejerció como secretario del Senado. Los turbulentos tiempos políticos de la naciente república lo colocaron en una encrucijada que casi le cuesta la vida. Afortunadamente, el coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente decidió perdonarle, permitiéndole retomar su carrera legal.
Desde Trujillo, José solicitó a San Marcos concluir sus estudios de derecho, lo cual le fue concedido. Brilló en su examen ante la corte superior de la ciudad de la eterna primavera el 14 de mayo de 1825. Su carrera lo llevó a ser auditor de guerra y vocal de la corte superior de La Libertad por designación de Gamarra. Aunque fue electo diputado, la muerte le impidió asumir el cargo.
Además de inmortalizar su voz en nuestro himno, nos legó la canción patriótica La chicha, en colaboración con Bernardo Alcedo. Su vida personal también fue rica: se unió en matrimonio con Manuela Valdivieso y Riso, con quien tuvo tres hijos, y más tarde con Juana Manrique de Lara.
Su legado perdura, y sus restos descansan en el Panteón de los Próceres, en el corazón de la antigua capilla del convictorio de San Carlos, ahora parte del parque Universitario.
Fecha de Nacimiento | Contribuciones | Roles durante el Protectorado | Final de su Carrera |
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19 de marzo de 1786, Ica | Himno Nacional, La chicha | Oficial mayor de Guerra, Secretario adjunto de San Martín | Auditor de guerra, Vocal de corte superior |