Hola, me llamo Rubén, soy un apasionado estudiante de la historia de nuestro rico y diverso Perú. Hoy quiero compartir contigo la fascinante vida de Francisco Gil de Taboada, el XXXV virrey de esta grandiosa tierra.
Nacido en la bucólica Santa María de Sotolongo en Galicia allá por 1733, Francisco fue cuna de Felipe Gil de Taboada y María Josefa de Lemus. A los 19 años, ya destacaba como guardiamarina y miembro distinguido de la orden de San Juan de Jerusalén. Su vida se entretejió con las travesías transoceánicas, fortaleciendo los vínculos entre la metrópoli y sus dominios ultramarinos.
En 1788, su carrera tomó un giro prominente al ser designado virrey de la Nueva Granada. Aunque su estancia en Santafé de Bogotá fue efímera, pronto le esperaba la preeminencia en el Perú. Arribó a Lima el 25 de marzo de 1790, pero con su conocida humildad, postergó la entrada oficial hasta el 17 de mayo, en una ceremonia que aún resuena en los anales de la historia.
Su mandato se caracterizó por un vigoroso fomento de las artes y las ciencias. Bajo su égida, la expedición de las corbetas “Descubierta” y “Atrevida”, con luminarias como Tadeo Haenke y Luis Née, cobró vida. Fue protector de las pesquisas en la pampa del Sacramento y patrocinador del laboratorio mineralógico de Lima, supervisado por el barón Timoteo de Nordenflicht, donde se refinaron técnicas para el aprovechamiento de minerales andinos.
Las iniciativas educativas no fueron menores: la apertura de la Escuela Náutica, la liberalización del comercio azucarero, la fundación de un anfiteatro anatómico y la realización de un censo poblacional que arrojó la impresionante cifra de 1 076 122 habitantes, un hito en la administración colonial.
La prensa y la opinión pública también florecieron, con publicaciones como La Gaceta del Gobierno y el célebre Mercurio Peruano. Se incentivaron las bellas artes y las ciencias naturales en San Marcos, gracias al estímulo de figuras como Hipólito Unanue.
Al despedirse del virreinato, Gil de Taboada legó una memoria de gobierno que, según Guillermo Lohmann Villena, es un testamento del pensamiento ilustrado en armonía con su tiempo, una refutación elegante de los desafíos de su era.
Tras dejar el mando, Gil de Taboada regresó a España, donde siguió destacando hasta su retiro. Su deceso en Madrid cerró el capítulo de un hombre cuya vida fue sinónimo de servicio y excelencia.
Evento | Año | Detalle |
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Nacimiento | 1733 | Santa María de Sotolongo, Galicia |
Guardiamarina | 1752 | Inicia su carrera naval y se une a la Orden de San Juan |
Virrey de la Nueva Granada | 1788 | Breve gestión antes de su promoción al virreinato peruano |
Llegada a Lima | 1790 | Asunción oficial del virreinato peruano |
Aportes Culturales | 1790-1796 | Apoyo a expediciones, educación y prensa |
Retorno a España | 1796 | Continúa su carrera administrativa hasta su retiro |
Fallecimiento | 1810 | Madrid, a los 77 años |