¡Hola a todos! Me llamo Rubén, y como estudiante de historia apasionado por el Perú, me emociona mucho compartir con ustedes la vida y obra de una figura emblemática: Pedro Cieza de León. Este destacado personaje, al que el ilustre Raúl Porras denominó como el príncipe de los cronistas, vio la primera luz en Llerena, un pintoresco pueblo de la provincia de Badajoz en España, allá por el año 1518. Hijo del matrimonio formado por Lope de León y Leonor Cazalla, emprendió un viaje trascendental desde Sevilla hacia el Nuevo Mundo en 1535, siendo apenas un adolescente de trece años.
Sin las oportunidades de una educación formal que otros de su tiempo disfrutaban, Pedro adoptó un aprendizaje nómada y autodidacta. Su espíritu aventurero lo llevó a las costas colombianas, donde se sumó a expediciones lideradas por notorios caudillos como Alonso de Cáceres y Jorge Robledo. Más tarde, se alineó con Sebastián Benalcázar y se unió a las fuerzas de don Pedro de la Gasea para sofocar la rebelión de Gonzalo Pizarro en Perú. Testigo de la historia, estuvo presente en la batalla de Jaquijahuana en 1548 y presenció las ejecuciones de figuras como Francisco de Carbajal y el mismo Gonzalo Pizarro.
De vuelta en Lima, el licenciado La Gasea le confió la misión de documentar la conquista del Perú. Ya desde su estancia en Popayán, Cieza de León registraba diligentemente todo lo que observaba. Con el apoyo de La Gasea, quien le facilitó cartas para los corregidores y acceso a su archivo personal, nuestro cronista pudo reunir una valiosa información sobre las provincias que visitaba.
La crónica del Perú, su obra magna terminada en 1553, es una joya de la literatura histórica. Pedro Cieza de León, con la minuciosidad de un orfebre, nos ofrece un detallado fresco del paisaje peruano, sus planicies, cordilleras, ríos, valles y montañas. Cada detalle geográfico era esencial para él, tanto que buscaba datos incluso de los marineros sobre regiones inexploradas. Su curiosidad no se detenía ahí: en cada lugar, registraba las costumbres, creencias, arquitectura y vestimenta de sus gentes.
Su crónica se divide en cuatro partes esenciales: la primera revela su talento como geógrafo y etnógrafo; la segunda parte se sumerge en el imperio de los Incas, basada en entrevistas con un noble inca y los quipocamayocs que aún vivían. La tercera parte narra el descubrimiento y conquista del Perú, y la cuarta, las guerras civiles entre los conquistadores, escrita en una época de grandes turbulencias políticas y bajo el patronazgo del licenciado La Gasea.
Lamentablemente, Cieza de León disfrutó poco del fruto de su trabajo, pues falleció repentinamente en 1554, a los 34 años de edad, poco después de publicar su crónica.
| Año | Evento | Detalle |
|---|---|---|
| 1518 | Nacimiento | Llerena, Badajoz, España |
| 1535 | Viaje a América | Partida desde Sevilla a las Indias |
| 1548 | Batalla de Jaquijahuana | Asiste y presencia ejecuciones |
| 1553 | Publicación de «La crónica del Perú» | Entrega del manuscrito para impresión |
| 1554 | Fallecimiento | Muere a los 34 años |
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Jefe de Redacción
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