¡Hola amigos! Soy Rubén, un entusiasta de la historia peruana. Hoy les voy a contar sobre un personaje que marcó un antes y un después en la medicina de nuestro país.
El ilustre Daniel Alcides Carrión García, nació en la elevada ciudad de Cerro de Pasco un 15 de mayo de 1857, bajo el techo de Baltazar Carrión, un distinguido médico y letrado ecuatoriano, y Dolores García Navarro. A los cortos ocho años, Daniel enfrentó la pérdida de su padre, una prueba que templó su carácter desde temprana edad.
Su formación académica comenzó en la escuela fiscal de Tarma y posteriormente, en el prestigioso colegio nacional Nuestra Señora de Guadalupe en Lima. Con sed de conocimiento, en 1877 ingresó a la facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y tres años después a la facultad de Medicina, con el destacado Manuel Odriozola como decano. Durante su formación, se nutrió de las enseñanzas de eminencias como Leonardo Villar, José María Romero y José Casimiro Ulloa, este último, testigo de revolucionarios experimentos en París.
Sus años universitarios estuvieron colmados de riguroso estudio; fue partícipe de la facultad de Ciencias, donde se sumergió en el evolucionismo de Darwin y las teorías de Malthus, además de las innovaciones de Faraday y Berzelius, y las conquistas de Sevet y Harvey, entre otros.
En medio de su formación, la Guerra del Pacífico sacudió al Perú. Carrión, siempre comprometido con su patria, brindó servicios sanitarios en la batalla de Miraflores el 15 de enero de 1881. Su labor continuó en importantes establecimientos de salud como la clínica Maison de Santé, el hospital de Santa Ana y el Lazareto de Guía.
Con una curiosidad científica que lo caracterizaba, Carrión se enfocó en la patología de la verruga peruana, tomando la audaz decisión de experimentar en sí mismo. El 27 de agosto de 1885, bajo la supervisión del doctor Evaristo M. Chávez, se inoculó el germen, monitoreando meticulosamente la progresión de la enfermedad y compartiendo sus hallazgos con sus colegas, un acto que resultó fundamental para comprender la fiebre de La Oroya y la verruga peruana.
El 5 de octubre de 1885, Carrión falleció, dejando un legado de valor y ciencia. Sus “Apuntes sobre la verruga peruana” son un testimonio de su inquebrantable espíritu de investigación, que fue reconocido póstumamente cuando la enfermedad recibió su nombre.
Como peruano, me siento orgulloso de compartir la historia de Carrión, Unanue y Heredia, tres gigantes de la medicina en nuestro país. La pasión de Carrión por la ciencia y su heroico sacrificio son una inspiración para todos nosotros.
En reconocimiento a su contribución inestimable, el Congreso de la República honró a Daniel A. Carrión con el título de Héroe Nacional en 1991, un tributo que resuena en la provincia de Pasco y un hospital del Callao que llevan su nombre. ¡Qué viva la memoria de nuestro héroe!
Fecha de Nacimiento | Estudios | Contribución | Legado |
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15 de Mayo de 1857 | Facultad de Ciencias y Medicina en San Marcos | Estudio sobre la verruga peruana | Héroe Nacional, enfermedad de Carrión |